¿Qué pasaría si resucitáramos a los muertos?

15 Nov
Decía Benjamin Franklin (1706-1790) que “En este mundo no se puede estar seguro de nada, salvo de la muerte y de los impuestos”. Muy posiblemente, no podamos librarnos de pagar impuestos, pero ¿y si algún día la ciencia nos diera la clave para revivir a los muertos? Ante este desafío se enfrenta el protagonista del nuevo filme de animación de Tim Burton que, después de 28 años, se estrena en la gran pantalla como un largometraje.

«Frankenweenie» tiene todos los ingredientes para gustar a todos los públicos: niños y adultos, e incluso a los más escépticos. Para empezar, os doy seis razones…

  1. Es una apuesta de Disney.
  2. Lo firma Tim Burton.
  3. Es una adaptación del cortometraje homónimo que ya dirigió Burton en 1984 y que logró cosechar buenas críticas.
  4. El empleo de la tradicional técnica stop motion. Esto significa que primero fue rodada en blanco y negro, para después ser animada fotograma a fotograma con la novedad de incorporar elementos en 3D.
  5. Se anunció su estreno en noviembre de 2011 y hemos tenido que esperar casi un año para poder verla. En Estados Unidos se estrenó el 5 de octubre de 2012 y llegó a las salas de cine de España seis días después.
  6. Es una mordaz parodia de Frankenstein. 

Desde luego que motivos no faltan para estimular las ventas en la taquilla, aunque bien es cierto que las cifras han pasado inadvertidas. Serán precisamente las altas expectativas que uno se forma en su cabeza cuando va al cine a ver una película con muchas ganas, que cuando sale de la sala lo primero que piensa es «me quedaría con la versión de Burton estudiante y despedido por Disney». A pesar de que  buena parte de la crítica ya ha catalogado a «Frankenweenie» como el esperado regreso de Burton o la obra que ha logrado reencontrar al maestro con sus orígenes. Honestamente, ni por asomo lo es.

Crítica a «Frankenstein»

Vamos a remontarnos al año 1818, cuando se publica la primera historia moderna enmarcada en el género de ciencia ficción. Mary Shelley escribió “Frankenstein o el moderno Prometeo” en plena revolución industrial. Su obra responde a la preocupación social de la época. Fueron momentos en que se temía por la sustitución de los hombres por las máquinas. Es más, en 2012 tampoco estamos exentos de dicha polémica. La digitalización se ha cargado cientos de puestos de trabajo, pero también ha creado otros tantos. Aunque el máximo exponente de esta preocupación probablemente se haya materializado en los drones o robots teledirigidos utilizados principalmente en el campo de batalla. No quiero ahondar demasiado en el tema, no al menos en este post, pero si queréis hacerlo sería interesante ver “Odisea del espacio”, de Stanley Kubrik, así como “Blade runner” y “Alien” de Riddle Scott.

El caso es que Shelley se inspiró en los experimentos del médico y filósofo inglés, Erasmus Darwin, considerado uno de los propulsores de la revolución industrial. Si el apellido os parece familiar es porque también fue el abuelo de Charles Darwin, padre de la teoría de la evolución. En el siglo XVIII se pensaba que el cerebro de los animales emitía energía, que se transmitía a través de los nervios hasta llegar a los músculos y que era la responsable de producir movimiento en el cuerpo. Hasta el punto que Darwin ensayó con animales e incluso con cadáveres humanos con el propósito de comprobar si esa electricidad realmente podía curar la parálisis o revivir a un muerto. Mientras Shelley escribía su obra maestra, se respiraba cierto revuelo y rechazo hacia la ciencia.

A principios de los 80, Tim Burton había sido contratado por Disney. Empezó como aprendiz de animación en un momento en que a Disney no le iban las cosas del todo bien y necesitaba un «lavado de cara». Por este motivo, buscaron nuevos creadores y entre ellos estaba Burton. Durante aquella etapa escribió y dirigió “Vincent” (1982) y posteriormente “Frankenweenie” (1984). Disney no supo apreciar el talento que empezaba a palparse en el joven Burton y le despidieron porque su contenido era “demasiado terrorífico para las audiencias jóvenes”. El cortometraje nunca se exhibió en cines, pero sí se comercializó en vídeo. Aunque Disney se reconcilió con Burton mucho antes, no fue hasta en 2007 cuando volvió a llamar a la puerta del cineasta para adaptar «Frankenweenie». Por aquellas Burton ya acumulaba una larga lista de éxitos a sus espaldas y por más de uno era considerado un genio del séptimo arte.

Aquí no hay spoilers

La historia de Frankenweenie es sencilla. Un niño pierde a su mejor amigo, su perro Sparky. La trama gira sobre cómo le resucita haciendo uso de la ciencia y sus consecuencias. Aunque guarda ciertas similitudes con la trama original, diría que la versión corta es mucho más crítica con la sociedad que, horrorizada por el éxito científico, se levanta contra el perro bajo la creencia de ser un monstruo. Parece que en su adaptación, Burton buscó aquello que obvió en 1984: adecuar la película para todos los públicos, también para los más pequeños; aquellos a los que Disney se refería cuando le despidieron.

Si lo queréis comprobar, os dejo la «Frankeenweenie» de 1984 para que podáis comparar:

En cualquier caso, “Frankenweenie” lleva el sello inconfundible de Tim Burton: la técnica de stop motion que ya empleó  en “Pesadilla antes de Navidad” (1993) o “James y el melocotón gigante” (1996), personajes oscuros, algo dramáticos, con visibles ojeras y autodidactas. Éste último rasgo se ve muy bien reflejado en su protagonista, Victor Frankenstein, quién aprende prácticamente por su cuenta a revivir a su perro. La película está hecha en blanco y negro, como la obra original, y de nuevo se aprecia la costumbre de Burton de  recurrir a los perros en sus historias, tal y como ocurrió en “Eduardo manos tijeras” con la peluquería canina, en “Pesadilla antes de Navidad” con Zero o el perro de “La novia cadáver”. En “Frankenweenie” se ven características muy extremas de los personajes: el profesor es muy alto, la niña rubia es muy delgada, el niño y su madre son muy gordos y la apariencia del niño malo da hasta grima.

Y tú… ¿eres de los que piensa que Frankenweenie es la ansiada vuelta de Tim Burton o aún habrá que esperar un poco mas?

2 respuestas to “¿Qué pasaría si resucitáramos a los muertos?”

  1. yuju! 20 noviembre, 2012 a 5:18 pm #

    bueno post!!!no sabia nada del encontronazo de tim burton con Disney, aun que no me extraña sabiendo como ha sido disney siempre…no quiero ni imaginar como sera star wars ahora

    • bastilinas 21 noviembre, 2012 a 8:29 pm #

      ¡Muchas gracias! Me alegra que te haya gustado. Para bien o para mal, la nueva era de Star Wars promete dar que hablar. Un saludo!

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